Es un placer poder compartir el último artículo publicado en Rh Media, prestigioso medio digital especializado en Recursos Humanos y RSC.
Bajo el título «Voluntad de Transparencia en la empresa«, invito a reflexionar sobre la importancia de la transparencia en la empresa actual, el papel que juega dentro de la RSC y las repercusiones que tiene sobre el liderazgo actual, sobre los órganos de Dirección y Gobernanza, temas todos ellos fundamentales para la transformación del Management en estos tiempos tan convulsos.
Podéis leerlo a continuación, o a través del siguiente enlace: http://rhmedia.es/agora/volunt
Voluntad de transparencia en la empresa
Ofelia Santiago| RH Media 3/12/13.– La transparencia constituye uno de los pilares básicos de la RSC. Es fundamental comunicar de forma nítida y compartir la información referente a las políticas y sistemas de gestión de la empresa y los resultados obtenidos en los ámbitos social, medioambiental y económico.
Una organización sin una actuación transparente, comunicada interna y externamente a todos los stakeholders que forman parte de su ecosistema, no es socialmente responsable. Y debe centrar su atención especialmente, en la gobernanza y en la actuación de los órganos de gestión y comités ejecutivos de la empresa.
Actuar de manera contraria, nos devuelve a un feudalismo empresarial, a esa época oscura que reinó durante el medievo, donde tan solo un grupo reducido de personas, tomaba las verdaderas decisiones de la organizaciones y los demás actuaban a ciegas sin saber el verdadero interés, objetivos y visión de la entidad de la que estaban, aparentemente, formando parte.
Desde la propia formulación de la visión y misión empresarial, la transparencia permite el compromiso de todos los miembros del equipo, con los objetivos que se ha marcado la empresa.
Por otra parte, en estos tiempos de incertidumbre, la transparencia es un faro de luz, que a través de la ejemplificación, irradia un motivo e impregna de cierta seguridad a los empleados, clientes y resto de stakeholders, lo que sin duda, ayudará a fidelizarlos.
Compromiso del líder como clave de compromiso del equipo
Estamos en una época verdaderamente necesitada de auténticos líderes, y no pseudolíderes, que es lo que abunda en la actualidad. Es vital, en el proceso de ejemplificación, la comunicación de los valores, identidad y políticas de una empresa a todo su equipo. No podemos pretender que los demás se comprometan de modo incondicional mientras no ven ese compromiso en sus líderes (tanto de pensamiento como de actos). No tengo que adivinar cómo es mi jefe, no tengo que pensar qué quiere de verdad, ni tengo que buscar sus intereses ocultos.
Estoy convencida de que esta crisis, se ganará desde la verdad y el compromiso de todo el equipo. Ya no podemos apelar a comportamientos economicistas e individualistas, que sólo aguantan el corto plazo.
Para que haya RSC auténtica y genuina en una empresa, tiene que venir desde una real convicción interna, desde nuestros valores y ética personal, y no puede responder a una estrategia del Departamento de Marketing. Para ello, primeramente ha de suceder una verdadera transformación personal de los líderes de la organización. Desde el poseer, al compartir, al aportar, al comunicar y al devolver riqueza a la sociedad, esforzándose para que cada uno de los trabajos que realicen, cumpla los requisitos de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Por eso, la primera acción que tendrá que llevar a cabo cualquier pyme que quiera ser socialmente responsable, será emprender un viaje por parte de su comité de dirección hacia una gestión abierta, transparente y diversa, abandonando (si lo hubiera) cualquier vestigio de visión mecanicista.
También debería vigilar el impacto que cada una de las acciones que se derivan de la pyme, tiene en su entorno inmediato. Y no me refiero solo a la ecoeficiencia (que por supuesto es imprescindible), sino en pensar más allá. Estoy hablando de incluir la transparencia y los valores de la RSC dentro de la visión y misión de la pyme, en sus políticas de atracción de talento, de formación de trabajadores, pero centrando su foco, no sólo en la capacitación técnica del empleado, también en su desarrollo personal, en su felicidad (que por cierto, está demostrado que aumenta en un alto porcentaje la eficiencia profesional del equipo).
Tampoco podemos olvidarnos de la inclusión de políticas orientadas a la prevención, mirando a la empresa, desde una perspectiva proactiva y salutogénica, es decir, el trabajo, el liderazgo y la empresa, considerados como agente ya no tóxico, sino como factores catalizadores que permiten una realización tanto profesional, como personal y socio-afectiva.
Por eso, es tan importante la figura del líder para promover la transparencia e implantar acciones de RSC en la pyme. Esta PERSONA, ha de tener sus valores vitales humanistas, presentes en cada una de sus actuaciones y las columnas de apoyo de su vida, perfectamente identificadas y cimentadas sobre ellos.
Rasgos del líder socialmente responsable
El líder socialmente responsable, ha comprendido que servir, y estar orientado a sus clientes (empezando por los internos) es la mejor forma de gestionar un proyecto empresarial e implementar cualquier proceso de innovación en este país, si es que quiere obtener resultados extraordinarios. Practica un liderazgo positivo, creativo, afectivo y participativo.
El termómetro de su ética personal y profesional, está muy por encima de las consecuencias legales del no cumplimiento de la normativa en materia de RSC.
Está comprometido con una visión empresarial sostenible en sus tres ámbitos e irradia a todo su equipo, la seguridad, la certidumbre y la inspiración necesarias para que, en cascada, se transformen los comportamientos organizativos, en comportamientos socialmente responsables, en toda la estructura de la empresa.
Y finalmente, la cooperación, cocreación y colaboración son máximas que el líder socialmente responsable tiene presente a la hora de seleccionar socios, buscar proveedores y dirigir hasta su estrategia comercial (incluso de internacionalización) en su empresa.
Para terminar, sólo me queda invitar a los lectores a reflexionar sobre el papel de la transparencia y la RSC en sus empresas. No es una cuestión de tamaño, sino de valores, de valentía, arrojo y voluntad. ¿Qué sería de nuestro país, si todas las organizaciones incluyeran la transparencia y los valores de la RSC, en la medida de sus posibilidades, en sus perspectivas estratégicas y en sus políticas de gestión? Visualícenlo… y entre todos, hagámoslo realidad.